Entradas populares

sábado, 5 de febrero de 2011

Historia del aperitivo:

Historia del aperitivo: el vermouth
Sus orígenes se remontan a los comienzos de la civilización. Egipto, Grecia y Roma han utilizado con fines medicinales, lo que hoy conocemos como Aperitivos. Los antiguos egipcios se encuentran entre los primeros pueblos que fortificaron el vino para estabilizarlo en época calurosa, mientras los antiguos griegos y romanos le añadían ajenjo, tomillo, romero y mirto para reavivar los que habían perdido sabor.
Las primeras referencias de ellos están en el 4º Canto de “La Odisea”, cuando la reina Helena ofrece a Menelao, su marido, una especie de cóctel obtenido de hierbas egipcias. Los romanos consumían una bebida llamada Arthemisa Absinthium (el ajenjo de Artemisa) durante el verano, debido a su agradable y envolvente sabor. Esta idea de mezclar vinos con sustancias aromáticas vegetales continuó durante la Edad Media, también con fines medicinales.
Hace algo más de 2 siglos, su producción empezó a crecer y los italianos desarrollaron nuevas fórmulas. Tras el vermouth se encuentra la vieja tradición de fortificar y aromatizar los vinos. Pero si las razones para hacerlo eran netamente prácticas, el vermouth las ha elevado a una especialidad. A comienzos del siglo XVI en las comunidades monásticas de Europa, el consumo de Aperitivos continuaba teniendo características benéficas, ya que se usaba como elixir para cuidar la salud y prolongar la vida. En la corte real de Bavaria (hoy Alemania), estos vinos fueron nombrados como wermut, “ajenjo” en alemán , uno de los ingredientes clave. Posteriormente, y ya de moda en la corte francesa, la palabra se transformó en vermouth.
Durante las últimas décadas del siglo XVIII hubo en Europa un furor por crear nuevos y diferentes Aperitivos, apelando a las mezclas más insólitas entre vinos, alcoholes, hierbas y otros componentes. Este fenómeno abarcó al centro de Europa: el sur de Alemania, Suiza, Austria y el norte de Italia. Con el paso del tiempo su composición fue cambiando, constituyéndose el Norte de Europa como el centro de producción por excelencia debido a la capacidad de destilación y a los viñedos que ofrecían sus bastas tierras. Por eso, aunque la palabra sea germana y se creara para la misma época, todos los registros existentes aseguran que los primeros vermouth fueron patentados en Turín y Milán, que se convirtieron en la cuna de esta bebida, y en el siglo XVIII se transformaron en el escenario donde confluían el arte y la cultura de una sociedad civilizada. Sus pioneros fueron los hermanos Carlos Stéfano y Giovanni Giacomo Cinzano. En 1816 el nieto de Giacomo, Francesco Cinzano abrió un local para vender vermouth. En 1840, Gaspare Campari y Alessandro Martini eran maestros licoristas en Turín, especializándose en hierbas y aplicando estos conocimientos a los tragos que preparaban. Pero hubo otra empresa importante en el Piamonte que también se convertiría en universal: Martini y Rossi, fundada en 1847 después de años de experimentación. El hacedor de vinos y maestro herborista Luigi Rossi, estableció la receta de su famoso vermouth, con una fórmula superhermética que incluía madera de sándalo, rosas y mejorana.
En la 1º mitad del siglo XIX, un grupo de emprendedores enólogos piamonteses iniciaron la elaboración a escala industrial de productos vitivinícolas, destinados a conquistar el mercado internacional. Los pioneros, entre los que se encontraban Gancia, Martini, Cinzano, Ballor y Bosca, comenzaron a formar parte de la literatura, el mito y el imaginario colectivo, ya que sus bebidas evocaban lugares exóticos, encuentros memorables, de brindis secretos y públicos. Algunos de ellos pasaron luego a transformarse en dueños de empresas de vanguardia en lo tecnológico, científico y productivo. Uno de ellos, Carlo Gancia, fue el creador de una de las casas productoras de Aperitivos más prestigiosas.

No hay comentarios: